lunes, 12 de diciembre de 2016

1 - Historia de mi puto servicio militar...

Manuel Valero o L'avi Manel #YOSOYAUTISTA


1 - El campamento:

Han pasado algunos años y siempre tuve la intención de escribir mi paso por la mili, con el paso del tiempo siempre me arrepentí de no haber hecho un diario día a día para poder explicar las penalidades de mi puto servicio militar.  
Transcurridos algunos años de los 21 a los 68,  que es los que tengo ahora, me pongo a ello, a recordar y escribir lo que no hice en su día ya que de momento conservo bien la memoria, y lo que no recuerdo pueden ser fechas o nombres y nunca es tarde de dejar por escrito mi historia, mientras pueda y sólo sirva o quede como constancia, ya que se decía que en la mili los jóvenes se hacían hombres. 
Con este eslogan a partir de la fecha que se quitó la mili obligatoria... Dejaron los jóvenes de ser hombres...?
  
Tallado (como se decía entonces) siendo el reconocimiento médico que te hacían en el lugar de residencia por si tenías que alegar alguna deficiencia y se hacía en el Ayuntamiento de los pueblos,  si no alegabas nada te designaban como apto para el servicio y pasar como alistado en la Caja de Recluta nº 411, situado en la calle Comercio de Barcelona para el reemplazo del año 1969, y donde se efectúa el  sorteo que toca a cada uno donde servir en las diferentes regiones militares, sacaban un apellido y a partir de ahí por orden alfabético iban cubriendo la lista de destinos, me tocó en el primer reemplazo (Enero 1970) en el campamento de reclutas  CIR nº 9 de la 4ª Región Militar (Cataluña) situado en el pueblo de San Clemente de Sasebas (Gerona). Estuve contento con el destino al tocarme en mi región a diferencia de otros que les tocó la Marina, África y otras regiones Militares, siendo lógico el cabreo de muchos al tocarle Marina que servían más tiempo.

Fui concentrado en el campamento el 25 de enero de 1970, todo eran barracones con literas de tres camas y me tocó la del medio, nos dieron la ropa militar y nos pelaron con máquina al 4 ó 5, y no era barbero, al primero que pillaron le dieron los bártulos y a pelar a toda la compañía y todos quedamos con la cabeza con más trasquilones que el perro del afilador  y nos hacia gracia y reírnos de nosotros mismos en poder contar quien tenía más; nos asignaron a una compañía de más de 70 hombres mandada por un Capitán (paracaidista), Teniente, Alférez de (complemento), Sargento, Cabo 1º y Cabo y cuatro compañías formaban un batallón (no recuerdo los números), en mi barracón encontré más de diez compañeros con el apellido de Valero al ser el sorteo por letra todos íbamos a parar a la misma compañía y con Valdivia que hicimos gran amistad, los dos éramos de Santa Coloma (y nuestras novias trabajaban en la misma empresa textil y se conocían). 
Las letrinas eran horrorosas, allí pagué  mi primera inocentada, me quitaron la gorra y salían corriendo, no se podía hacer nada al estar con los pantalones en los tobillos, por lo que aprendí en ponérmela en el bolsillo, conseguí una al venir del pueblo que entre tantos soldados cogí de una cabeza y no supo quien había sido.  
Esto es lo primero que aprendes en la mili a quitar para reponer lo que te quitan y algunos en las taquillas tenían de todo y estos eran los más listos, sin miramiento robaban todo lo que no necesitaban a otros compañeros.

El campamento se encuentra en una explanada grandiosa y a lo lejos dirección norte se divisaba los Pirineos, cuando soplaba el viento procedente de Francia a través de la cordillera pirenaica la llamada y temida (Tramontana) con rachas continuadas de más de 200 Km/h no podías salir del barracón y si algún día ibas al Pueblo situado al oeste del campamento, de camino, el viento te empujaba hacía el sur, que sin querer te llevaba casi sin mover las piernas (volando) y cuando retornabas era al contrario no podías dar un paso, con los brazos abiertos y todo el cuerpo inclinado hacía delante intentando no caerte de espaldas; a la salida del campamento había una valla metálica de varios metros de altura que quedaba tapada de todos los papeles, hojas,  plásticos, etc., arrastrados por el fuerte viento y no pasaban por el colador de la valla (era un espectáculo único, como ver una pared llena de mensajes), en el reemplazo anterior de Septiembre  arrasó algunos barracones y que pudimos ver los incorporados en Enero los destrozos que ocasionó.

Sabéis lo qué es la instrucción...?, los que la hicimos si y los jóvenes por las películas de cine; mucha instrucción, caminatas, pasos ligeros, formaciones en compañía, saber manejar el chopo (Fusil Cetme), tirar granadas y mucha teórica, al hacer un tiempo horrible en esta época del año,  lluvias, Tramontana que cuando soplaba levantaba hasta las piedras y un frío espantoso, y nos quedábamos en el barracón y los mandos nos daban teórica, mi compañía no paso la pista americana por falta de tiempo.
Por la tarde revista y salida un par de horas hasta retreta y que muchos días íbamos al pueblo que todo eran bares o nos quedábamos en el barracón a escribir a la novia y lo hacía todos los días.

Nos vacunaban para todo (hasta con Bromuro para bajar el deseo), algunos tenían fiebre y en nuestro barracón había un gay (en aquella época maricón) que era tremendo nos hacía reír con su forma de hablar, moverse y desfilar, se contoneaba como una mujer, yo siempre lo respeté y algunos se pasaban con él y cuando alguien tenían fiebre por efecto de las vacunas eran cuidados por él con un mimo como si fuera una madre, era de admirar  y no dormía en toda la noche.

Yo iba a la mili obligado y con la idea que no quería tener mando (cabo), ni salir voluntario para nada, (ni para cobrar) como se decía. Recién llegados al campamento y todos formados pidieron que salieran algunos profesionales en su trabajo como barbero que no salio nadie y los escogieron ellos sin saber del oficio y recuerdo sobre todo que pidieron los que trabajaban con joyas y salieron un puñado (pensarían que buen destino nos espera) y les dijeron coger estos picos y palas y el cabo os dirá donde hacéis lo joyos. Esto es la mili...

Lo peor para mi era cuando me tocaba cocina, todo el día fregando bandejas y aquellas cocinas tan grandes donde metían las patatas a sacos, el tomate en botes de 5 kilos, todo a lo grande para poder alimentar a más de 5000 hombres, en los dos comedores que había, se tenía que hacer las comidas en dos turnos. Un día que íbamos formados al comedor no picábamos el golpe con el pie y nos castigaron sin comer y estar corriendo a paso ligero hasta que el Capitán nos dijo ahora haber si sois capaces de no golpear al desfilar, cualquiera no picaba toda la compañía como un solo hombre.

Se hizo unos exámenes sicológicos para escoger primero a los cabos y de los aprobados otro para cabo primero, yo no quería ser nada, sólo soldado y no quise hacer el examen bien.
Nos hicieron ver las actuaciones de los guerrilleros Gorras Rojas, que saltaban un plinto con bayonetas al final del salto y a los paracaidistas que saltaron desde los aviones no se si al ser nuestro Capitán paracaidista cayeron encima nuestro, otras compañías estaban mucho más lejos y cuando llegaron a tierra y recogían el paracaídas nos dijeron en voz baja "no se os ocurra apuntaros si no las queréis pasar putas", por eso se hacían estas demostraciones, porque siempre picaba alguno.

Un día de despiste que no se por qué no encontraba a mis compañeros de compañía encontré al Alférez de Complemento de la compañía, era médico y de Valencia y le pregunte mi alférez ¿Sabe por donde anda la compañía para juntarme a ella? Se lo dije en Catalán al ser la misma lengua que el Valenciano, no se por que usé esta lengua, me salió así.... Bufff menuda bronca me metió y me dijo que fuera la última vez que le hablara en Catalán. Así estaban las cosas con la dictadura y creo que siguen al ser los mismos de siempre.

En abril hicimos la jura de fidelidad a la bandera, desfiles de todas las tropas del campamento, discursos del mando y pasar todos en fila de cuatro por debajo de la bandera y otra vez en fila de uno besando la bandera o simulando que la besabas sin llegar a tocarla y vinieron muchas familias a ver la jura, era costumbre que asistieran muchas familias y ese día nos dieron de comer una comida especial, la única..., esto es para decir, tiraron la casa por la ventana.

Algunas semanas que libraba de guardias el sábado y domingo podía venir a Barcelona en autocar a visitar a mi madre, abuela y sobre todo a la novia era nuestra única felicidad el tiempo de novios no se olvida ni se puede describir con palabras sólo con cuatro besos de enamorados eras el hombre más feliz de la tierra, y algún fin de semana subía mi madre y mi novia a verme.

Cuando hicieron el sorteo para los destinos de toda la 4ª región militar, a mi me toco la provincia de Lérida en un pueblo llamado Talarn, cuando todos conocimos el destino el Capitán nos comunicó que si alguien tenía algún problema familiar se lo comunicáramos.
Estuve hablando sobre el tema con él de mi problema familiar, hijo único con mi madre (separada ilegal, mi padre nos abandonó cuando yo tenía 16 años) delicada de salud y sin ingresos, tomó nota y me cambiaron el destino para que pudiera trabajar unas horas por la tarde haciendo la mili, me destinaron a Barcelona al cuartel de la Remonta, 4º Depósito de Sementales en Hospitalet de Llobregat.

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